Guía
Die Organisation und einfache Bezahlung bar oder Kreditkarte waren super einfach. Die Stationen des Ausfluges waren sehr sehenswert und interessant. Der Reiseführer hat uns viele Informationen über Cesar Manrique und Lanzarote gegeben. Allerdings gab es viel zu wenig Zeit, um sich alles in Ruhe anzuschauen. Geschuldet war das sicher daß im Vorfeld erstmal ca. 1,5 Stunden andere Urlauber/Interessenten sprichwörtlich eingesammelt wurden, bevor es Überhaupt auf die " Spuren Manrique 's " ging.
Con sus campos de lava repletos de viñedos, su exuberante arquitectura y sus paisajes de otro mundo, Lanzarote parece sacada de una película de ciencia ficción. Esta exclusiva excursión de medio día incluye la Fundación César Manrique y su Jardín de Cactus, seguida de una visita a LagOmar. Rosa, una de nuestras expertas guías locales, afirma: "Manrique convenció a sus compañeros isleños para que invirtieran en turismo sin sobredesarrollar, asegurándose de que cualquier impacto humano estuviera en armonía con nuestros paisajes volcánicos".
Manrique fue admirado por muchos en vida, y su influencia en la cultura de Lanzarote perdura. Fue un artista polifacético que realizó pinturas, esculturas y obras arquitectónicas, y llevó la sostenibilidad a la vanguardia de sus creaciones, mucho antes de que se convirtiera en una palabra de moda. Primero visitaremos su Jardín de Cactus, donde se cultivan 1.100 especies de suculentas escultóricas. Se puede apreciar al instante cómo la habilidad y la visión de Manrique mejoraron el árido paisaje.
Del mismo modo, la Fundación César Manrique demuestra que la armonía entre el entorno construido y la naturaleza puede tener éxito. La visita a la casa-estudio del artista, construida en un campo de lava, es prueba de ello. La última parada del recorrido será en LagOmar, un lugar impresionante que combina a la perfección naturaleza y arte. Este lugar único se encuentra en una cantera volcánica e incluye una cueva-bar, un restaurante y un museo. Cuenta la leyenda local que el icono de Hollywood Omar Sharif fue su propietario durante un breve periodo, pero que lo perdió en una partida de cartas.
