La Ópera Garnier, también conocida como Palacio Garnier es, probablemente, el teatro de ópera más famoso del mundo y un símbolo de París. Fue construido por Charles Garnier, un joven y desconocido arquitecto que se hizo famoso después de que su proyecto fuera elegido entre cientos. Creó uno de los monumentos más bonitos de la capital francesa respondiendo a la petición de Napoleón III, quien quería convertir París en un lugar único y moderno.

Esta obra maestra se transformó en la casa de los ballets más prestigiosos de París. Aquí se exhiben durante todo el año las mejores bailarinas del mundo. En el museo de la Ópera Garnier están expuestas importantes obras dedicadas al ballet y a la ópera, entre las cuales figuran las famosas pinturas de las bailarinas de Degas, así como también modelos impresionantes de escenografías teatrales.